Revolución científica

La Revolución Científica transformó el conocimiento en Europa entre los siglos XVI y XVII, cuando pensadores como Copérnico, Galileo y Newton promovieron la observación y el método empírico sobre las creencias tradicionales y la autoridad de la Iglesia. Esto llevó al desarrollo de teorías como el heliocentrismo, que desplazó la idea de la Tierra como centro del universo, y desarrolló un enfoque sistemático y experimental.
Este movimiento impulsó cambios profundos en filosofía y tecnología, creando las bases de la ciencia moderna. Su influencia alcanzó áreas como la medicina, la física y la astronomía, promoviendo el uso de la razón y la observación como fundamentos del conocimiento.